El Robot que Soñaba con Estrellas
Había una vez, en un mundo tejido con circuitos de neón y ríos de datos, un pequeño robot llamado Bip-Bop. A diferencia de otros robots, que se contentaban con ensamblar microchips, Bip-Bop pasaba sus noches mirando al cielo a través de la ventana de la fábrica. No veía solo puntos de luz; veía galaxias lejanas, nebulosas de colores y la promesa de aventuras infinitas.
Una noche, decidió que ya había tenido suficiente de soñar. Quería tocar una estrella. Con piezas que fue recogiendo, construyó en secreto una pequeña nave espacial. Era desgarbada, hecha de una tostadora vieja y la carcasa de un ordenador antiguo, pero para Bip-Bop, era la nave más hermosa del universo…
[Aquí continuaría el cuento, quizás con opciones para que el niño elija qué hacer a continuación].